17 Aug 2010

Placentera convicción.

Aunque me lo pidieran y suplicaran, ahora mismo por nada del mundo saldría a la calle.


Una especie de energía que va y viene a intervalos muy cortos me cierra los ojos tras el inútil intento mío de abrirlos. Es realmente agradable ir en contra de algo que te da placer que te contraríe.
De la misma manera la posición Horizontal se impone ante su amiga La Vertical con una fuerza de plomo. Agradabilísimo, en serio. Algo sublime sentir a un elefante tirando hacia abajo, hacia el sofá, hacia el suelo y el subsuelo.
Esa sensación de acabar de comer y tener la tripa muy muy llena. Que ya lo único que entra y sale de ella son una especie de respiraciones muy largas y profundas a modo de suspiros que te hacen estar embarazada de 7 meses durante unos segundos para después retornar a tu abdomen de desfile de Victoria's Secret. ¿?

En serio, Brad Pitt podría aclamarme enérgicamente desde el balcón habiendo (por fin) dejado a La BonitaenFrancés por mí; o mismamente Jude Law tomarse la sutil molestia de tratar de tirar la puerta abajo para observar mi bellísimo rostro de porcelana.
Yo les juro, por las Ánimas de Purgatorio si hace falta, que yo de aquí no me muevo.

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