29 Sept 2010

Siniestra, divina

El erotismo es objeto de un tabú, de una prohibición que ilumina lo prohibido "con una luz a la vez siniestra y divina: lo ilumina, en una palabra, con una luz religiosa". En el erotismo, como en lo sagrado, la prohibición no existe sin la transgresión. Desde el momento en que es formulada, la prohibición provoca el retorno de lo excluido; los impulsos reprimidos regresan en el "sacrificio religioso", donde su violencia es moldeada como un material precioso y peligroso.



Fotografías: Thomas Ruff


Por ti, my Mary-Sun.
Por todo lo que Ruff nos inspirará en varios y risibles momentos de nuestro lencero año.

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