28 Apr 2010

Tres conceptos que tengo necesidad de escupir:


1º_ Es un poco putada que en el móvil que me dio Carls (a falta del mio que murió felizmente ahogado en cerveza) la alarma suene solo una vez y no haya manera de repetirla a los 5/9/10 minutos.
Llevo quedándome dormida 1 hora más desde hace dos semanas... Ni porque lo pongo casi en la cocina y me levanto a apagarlo. Es imposible engañarme, en serio.


2º_ Estoy muy contenta, me he estado yendo y regresando en autobús. Eso del buen tiempo incita y he descubierto que se hacen 20 minutos menos de trayecto. Me parece estupendo.
(Metro, ojo. Te están poniendo fuertemente los cuernos.)

3º_Los examenes están a la vuelta de la esquina y me acabo de enterar. Ahora entiendo porqué todos (excluyo a La Palma en su totalidad) estaban tan estresados y yo no. Tengo que estudiar como una perreeerr, pero quiero disfrutarlo.

Good night marsupiales.

Qué emoción, por primera vez creo que me duermo antes de la 1am!



¿Verdad que parece la pintura del señor de la foto?
Pues no lo es, no. No se conocen para nada ni la pintora y el fotógrafo ni los atractivos modelos.

Foto: Terry Richardson
Pintura: Jenny Saville

26 Apr 2010

Anónima genialidad


Poema capicúa erroneamente atribuido a Clarice Lispector...
La contradicción constante en la que está basada el amor.

(Hacer click encima para ver más grande)

20 Apr 2010

Incoherencias máximas



De acuerdo, el bibliotecario es demasiado guapo como para trabajar en un sitio en el que se requiere desmesurada concentración.
No lo entiendo, debería estar prohibida la contratación de este tipo de personal..

Libro de reclamaciones, por favor


He optado por volver a casa.


17 Apr 2010

Piel adentro.

(Foto: Jan Saudek)

Te me metiste.
En lo más profundo de mis entrañas.
Te quedaste ahí.
Te aferraste a cada uno de mis poros.
Te diluiste en mi sangre.

Dime acaso si no puedo hablar de ti como un jardinero habla de una plaga.

15 Apr 2010

Paucar Ponce.

Esto no es más que una oda a la tremenda felicidad que me supone comer en la casa de Carla.


¡Por más tardes huérfana de casa!
¡Por acoplarme felizmente en casa de Carla!
¡Por más (muchas, MUCHíSIMAS más) Tortillas Ecuatorianas!
¡Por más tardes tomando café en la terraza mientras Carla lava los platos! (Qué buena anfitriona eres mi Carls!)
¡Por encontrarnos 35 veces más a tu profesor de Historia & Family en tu calle!
¡Por tratar de memorizar su matícula del coche!
¡Por esconderte despavorida con la esponja en la mano!
¡Por darnos cuenta de que dos gatos negros, a su vez, nos acechan desde la casa de enfrente!
¡Por el maquinón de sobri que tienes y que baila que te caguerrss, neng!
¡Por ser felices sabiendo que tendríamos que estudiar y preferir estar viendo El Baile del Pañuelo, joderrrr!

Peroooo qué control MADRE MIA.
Quéé rima! Qué armonía QUÉ me-lo-día.
La Heidi se sentirá orgullosa de mi cultura musical.
Dale vuelooo, dale vueloooooo!!!

¡¡QUE VIVA EL BAILE DEL PAÑUELO!!
¡¡QUE VIVAN LOS DOMINGOS!!
¡¡QUE VIVA TODO LO QUE TENGA QUE VIVIR!!
AYY
¡¡QUE VIVA LA PSEUDO-TAILANDESA ESTA, POR FAVOR!!

TistotisTOTIStotistotisto



No sé por qué de pronto me entraron una ganas tremendísimas de oler a Totis. Uff.
Totis era (o es, hace mucho que le perdí la pista al pobre) uno de mis perros cuando vivía en México. Y no es que tuviera un montonazo de perros y por eso digo "uno de los", pero es que si no Blondie, mi otro can, podría sentirse profundamente ofendido al leer estos párrafos y verse excluido de la redacción. (Un saludo Blondie!)
Bueno, que me entraron unas ganas tremendísima de oler a Totis en cuanto me desperté de la siesta; de agarrarlo por ese hociquín tan cuadrado y agitarlo euforicamente mientras observo el lunar que le descubrí justo arriba de la nariz.
Ayyy!
Y no, la verdad no es que oliera gloriosamente el inquieto animal, de hecho tenía un olor bastante peculiar (eufemismo para no usa la palabra MAL).
A mí me parecía que olía a Cheetos. Sí, como a tennis de niño recién llegado de jugar en el campeonato estatal de baseball. Uff, a mí me encantaba. Me lo plantaba enfrente y en un ataque de amor profundo llevaba su azabache y rizadísima cabellera a mis fosas nasales, aspiraba y aspiraba y ay dios!... estas sucumbían en el acto.
Oh Curioca, Curioca... Totis Curioca -o como mejor conocido eres entre los carteles mexicanos: "Cheeto"- allá donde estés, allá donde te halles incordiando, recibe por favor de mi parte un muy fueeeerte y merecido (aplauso) abrazo... Sí pequeñin, de esos que yo sé que te gustaban.
Vuelve a sentir el amor de madre.


12 Apr 2010

Conclusiones.

"Pasaba largas horas de pie, sobre mi almohada, agarrada a los barrotes de mi cama-jaula, mirando fijamente a mi padre y a mi madre, como si tuviera el proyecto de escribir un estudio zoológico sobre sus personas. Ambos experimentaron un creciente malestar. La seriedad con que los contemplaba los intimidaba hasta el punto de hacerles perder el sueño. Mis padres comprendieron que yo ya no podía dormir en su habitación"

(Foto: Sara Saudoková)
"Gourmet"

5 Apr 2010

Aereo-dinamismo primaveral.





Me parece divertido todo este rollo.
No sé, abro la ventana y veo el viento.
Sí, veo el viento.
Muchos dicen que es invisible pero yo no estoy de acuerdo. El viento tiene sus formas, sus colores... sus olores. El viento también tiene sus cosas, oye.
Por ejemplo, aunque la tarta de manzana del McDonalds esté descatalogada, yo de vez en cuando la sigo oliendo.
Se aparece sobre todo con los vientos primaverales. Se mezcla agudamente con el polen, con los gritos de los niños y con los colores de sus pelotas.
Me imagino a esa Tarta de Manzana-Supercaliente volando con una sonrisa gigante de oreja a oreja y disfrutando de su libertad; riéndose a carcajadas de la represión invernal y agitando la melena sin parar.
Va rapidísimo, va de lo más feliz.

Demasiados c/olores aparecen en el aire como para ignorarlos.
Demasiada energía como para dejarla ir.

No te vayas, ¡no!
Abres la puerta, sales corriendo y te invade con urgencia la necesidad de plantarte frente al viento y decirle:
¡HEY! Para dónde vas, guapo! (jadeas, tragas) ... ¿Me llevas?

Y te lleva. Y lo flipas.

(Fotos: Miroslav Tichý)