No sé por qué de pronto me entraron una ganas tremendísimas de oler a Totis. Uff.
Totis era (o es, hace mucho que le perdí la pista al pobre) uno de mis perros cuando vivía en México. Y no es que tuviera un montonazo de perros y por eso digo "uno de los", pero es que si no Blondie, mi otro can, podría sentirse profundamente ofendido al leer estos párrafos y verse excluido de la redacción. (Un saludo Blondie!)
Bueno, que me entraron unas ganas tremendísima de oler a Totis en cuanto me desperté de la siesta; de agarrarlo por ese hociquín tan cuadrado y agitarlo euforicamente mientras observo el lunar que le descubrí justo arriba de la nariz.
Ayyy!
Y no, la verdad no es que oliera gloriosamente el inquieto animal, de hecho tenía un olor bastante peculiar (eufemismo para no usa la palabra MAL).
A mí me parecía que olía a Cheetos. Sí, como a tennis de niño recién llegado de jugar en el campeonato estatal de baseball. Uff, a mí me encantaba. Me lo plantaba enfrente y en un ataque de amor profundo llevaba su azabache y rizadísima cabellera a mis fosas nasales, aspiraba y aspiraba y ay dios!... estas sucumbían en el acto.
Oh Curioca, Curioca... Totis Curioca -o como mejor conocido eres entre los carteles mexicanos: "Cheeto"- allá donde estés, allá donde te halles incordiando, recibe por favor de mi parte un muy fueeeerte y merecido (aplauso) abrazo... Sí pequeñin, de esos que yo sé que te gustaban.
Vuelve a sentir el amor de madre.
Vuelve a sentir el amor de madre.
2 comments:
¿Y el otro Totis Curioca, qué? el original qué, el humano, el que le dio origen al otro qué, el que no es perro (bueno algunas veces) qué, el que tanto te quiere qué. Increible que valgan más en la memoria un Totis animal que el otro Totis animal, que inspire unas líneas de tu parte.
Besos Lula
Totis Curioca Animal I es adorado por Lula.
Lula adora a Totis Curioca I y lo espera con ansias desmesuradas.
Post a Comment