17 Nov 2009

Caza-serpentinas.

Nos encontramos una y otra vez. Buenos días, estás en la misma onda; Buenas noches, también.
Energía, brincos, ganas de romper, de crear, de crecer. AH!
En realidad no comprendo muy bien qué pasó, pero no paraba de repetirse Mi-cabeza aquel -Ay!... Me entiende!-
Y me entendió señores, me entendió. Toda una serie de espotaneas locuras fueron llevadas a cabo.
No hizo falta más de un mes.

Quizás parezca absurdo, pero hay algo de lo que he llegado a estar segura: Sé que el resto de tiempo que nos mantengamos pisando el mismo suelo, no se comparará, ni en una ínfima parte, con la cantidad de serpentinas que yo encontré volando a nuestro alrededor en los primeros minutos de contacto...

Creeme, no hicieron falta más que dos o tres carcajadas.


Es curioso, parece una linda historia de amor entre dos tiernos enamorados.
Me gusta cómo una misma idea puede verse refleajada en un mismo interior dejando de lado si quien realmente la insipiró fué un ser portador de un órgano sexual notablemente externo, o no.





No comments: