20 Oct 2009

Aterrizajes varios.

Se detuvo y se miró los pies.
-¿A dónde voy?- Se preguntó de pronto -¿A dónde se supone que me dirijo con tanta prisa?-

Parece como si en ese momento le hubieran dado un mechero para alumbrar el camino por el que estaba circulando. ¿Ese era el camino por el que le habría gustado pensar que caminaría?

¿Qué le había sucedido? ¿Qué le había hecho pasar por la vida como si de una gymkhana se tratara? ¿Por qué se sintió ávida de crecer y siguió ese instinto sin parar a mirar todo lo que se estaba dejando por el camino?
Si fuera Mario Bros no tendría ni 10 aritos contados, eso estaba claro.

-Qué triste- pensó – ¿Qué va a pasar cuando de pronto me encuentre al final de todo y mi desnutrición sea completa?
Lo que pasa es que comí demasiados honguitos rojos.... Si, si, de estos que te hacen crecer. Claro, salí corriendo y volé. Sentí la adrenalina en mí... Pensé que no había nada más genial.
No sé, me gustó aquello de ir rápido, aquellos ojos chiquitos debajo de esa totalidad roja con lunares blancos me sedujeron y me hicieron devorarlos. Después ya no pude resistir ante tantos que se me presentaron por el camino… estaban ahí, expectantes, esperándome.

Me pregunto dónde me habré dejado a aquel pequeño dinosaurio… Ay, pobre Joshi! En qué parte de mi vida inyectada de Peta-Zetas se habrá quedado…-




1 comment:

Vértigo said...

Ayayay. Me ha encantado esto.
Te sigo.(: